Hell To Pay: Hard To Explain irrumpe con furia y no pide perdón

Desde las entrañas de la escena metal underground de Irlanda del Norte, Hard To Explain debuta con Hell To Pay, un álbum que no pide perdón y no se guarda nada. Forjado en el caos de la frustración post-pandemia y la desilusión de los pueblos pequeños, el disco es una embestida sonora que mezcla riffs demoledores, voces afiladas y ritmos que golpean directo al pecho.

Con influencias que van desde el thrash clásico y el groove metal hasta la agresividad moderna del metalcore, Hell To Pay rinde homenaje a las raíces del género mientras da un paso audaz hacia el futuro. Producido por Ally Donald y Chris Kelly, y compuesto por Aisling Faulkner, Chris Kelly, Jonathan Kerr, Shea Smith, Ebony White y el propio Donald, el álbum es un grito de guerra contra la complacencia, la hipocresía y la oscuridad que todos llevamos dentro.

Cada canción es una liberación catártica, desde la vulnerabilidad de All Our Days hasta la rabia visceral de S!CK y la intensidad ritual de Hell To Pay, el tema central. El álbum transita por el dolor, la traición, el deseo, la resistencia y la redención con una honestidad brutal. Tracks como Forget Me, Lust y Sit Down, Don’t Speak no solo sacuden por su sonido, sino por lo que dicen sin filtros. Pray For Me, el cierre, deja al oyente suspendido entre el miedo y la fascinación, como si el disco fuera una invocación que no termina con el último acorde. Hell To Pay no está hecho para las listas, sino para el mosh pit. Es música para los marginados, los furiosos y los que no se callan. Hard To Explain no solo anuncia su llegada: patea la puerta y deja claro que el metal sigue siendo un espacio de verdad, ruido y resistencia.

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