Malleus Maleficarum : el nuevo sencillo de Sueños de un Tulpa contra la tortura y el dogma

Desde una pequeña habitación bogotana, Sueños de un Tulpa continúa su descenso introspectivo con Malleus Maleficarum, octavo sencillo de este proyecto musical colombiano liderado por Jhon González Amortegui. Nacido del cruce entre la experimentación sonora y la necesidad de narrar lo innombrable, el tema es una crítica feroz a la tortura institucionalizada.

Esta tortura, inspirada en el manual medieval que justificó la caza de brujas. La canción relata el suplicio de una mujer condenada por su sabiduría, en una época donde el conocimiento femenino era visto como amenaza. Su cuerpo reducido a cenizas se convierte en símbolo de miles de almas silenciadas por credos perversos. La voz de la argentina Juli Guilleron le otorga una dimensión espectral, un aliento que transforma el dolor en melodía. Musicalmente, Malleus Maleficarum es un oxímoron sonoro: melodías que buscan belleza en medio del suplicio. El synthwave se funde con la agresión del rock, y el bajo evoca la sevicia de las torturas.

Cada nota es una pregunta sin respuesta, cada verso una maldición contra la hipocresía religiosa. No hay álbum, solo un goteo constante de sencillos que mutan, se transforman, se reinventan. Como un tulpa —entidad nacida del pensamiento en la mística budista— este proyecto es la materialización de una duda existencial: ¿qué podría soñar una conciencia creada en el abismo? Sueños de un Tulpa no busca compañía, sino comunión con quienes se deleitan en la introspección. Influenciado por Tears for Fears, Toto, Tina Turner, Whitney Houston y Charly García, el proyecto es un híbrido entre la nostalgia melódica y el ruido del presente. Cada canción es un capítulo, una exploración emocional que se adentra en la mente humana, en sus lutos, frustraciones y horrores. En este universo no hay promesas de luz, solo la crudeza de lo real.

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