Entrevista con: MARTINA FLORES

En esta conversación Martina Flores nos invita a recorrer los paisajes emocionales y simbólicos de Inmarcesible, su nuevo álbum. Inspirado en la leyenda de la Difunta Correa y en una travesía interior por el desierto, el disco fusiona pop, folklore y flamenco con una pulsión de vida que resiste incluso en la oscuridad. Hablamos sobre libertad creativa, desafíos de la independencia artística y el deseo profundo de conectar desde lo esencial. Una entrevista que florece entre silencios, texturas y verdades que no se negocian.

-Háblame sobre el proceso creativo detrás de tu nuevo álbum/sencillo. ¿Hubo algo específico que te inspirara?

R: "...La Noche: Sola es el primer capítulo y la obertura de mi proximo disco "inmarcesible" que estoy develando de a poco.  Es la historia de una mujer que emprende un viaje para huir del ruido de la ciudad y adentrarse en el silencio del desierto. Allí, en medio de la vastedad, inicia una travesía interior en busca de sí misma: de su pulso creativo, su identidad y su propósito. En el camino debera´ enfrentarse a la soledad y al fri´o, al calor abrasador y a la sed, a los miedos, delirios y alucinaciones que surgen en el li´mite entre lo real y lo espiritual. Entre demonios y tentaciones, su viaje se convierte en un rito de purificacio´n, una ofrenda que la conducira´ finalmente al encuentro con su propio oasis. El personaje esta´ inspirado en la Leyenda de la Difunta Correa, originaria de San Juan —tierra natal de la artista —, si´mbolo de fe, resistencia y trascendencia. Una mujer inmarcesible: flor del desierto que no se marchita, que persiste aun en medio de la muerte. Tanto el single como el disco, plantean un universo sonoro fusio´n de pop, folklore y flamenco...". 

-¿Cómo ha evolucionado tu enfoque creativo desde tus proyectos anteriores hasta este nuevo álbum?   

R: "...En mis proyectos anteriores estaba más enfocada en contar historias desde la emoción inmediata, casi como una fotografía del momento. Inmarcesible en cambio viene de otro lugar: es menos reacción y más búsqueda. Dejé de escribir solo sobre lo que me pasaba y empecé a escribir desde lo que me trascendía. También cambié la forma de crear: ya no compongo pensando en la canción como un producto cerrado, sino como un universo. Me permití experimentar con texturas, silencios, raíces folclóricas y elementos más experimentales sin intentar encajar en un género. Antes quería que mis canciones dijeran ‘esto soy’. Ahora quiero que digan "esto está vivo’ y esta jugado...". 

-¿Qué expectativas tienes para este nuevo álbum en términos de recepción y conexión con tu audiencia?

R: "...Más que expectativas, tengo un deseo: que este álbum encuentre a las personas que necesitan escucharlo. Inmarcesible nació en un momento de oscuridad personal y, al mismo tiempo, de una enorme pulsión de vida. Es un disco que habla de resistir sin endurecerse, de florecer incluso en el desierto. No busco solo que la audiencia lo ‘escuche’, sino que lo habite, que lo sienta propio. Si alguien se reconoce en estas canciones, si una herida encuentra eco o una fuerza dormida se despierta, entonces el álbum ya cumplió su misión. No espero una recepción masiva, espero una conexión real. Aunque sea con pocas personas, pero profunda. Como algo que no se marchita...". 

-Como artista independiente, ¿cómo valoras la libertad creativa frente a las posibles limitaciones comerciales?

R: "...Ser independiente implica renunciar a ciertos atajos, pero también te da algo que no tiene precio: la posibilidad de ser honesta con tu obra. Para mí, la libertad creativa no es un lujo, es la raíz de todo. Si una canción nace condicionada por lo que ‘debería funcionar’, ya nace marchita. Inmarcesible es justamente eso: un disco que no se negoció. No fue pensado para algoritmos ni tendencias, fue pensado para que exista con verdad. Obvio que hay límites —presupuesto, tiempo, recursos—, pero prefiero convivir con esas limitaciones antes que con la sensación de haber traicionado lo que quería decir.  El mercado puede darte visibilidad, pero la libertad es lo que te da identidad. Y para mí, lo que no tiene identidad, tarde o temprano desaparece...". 

-Desde tu punto de vista, ¿cuáles crees que son los mayores desafíos que enfrentan los músicos independientes hoy en día?

R: "...Hoy el mayor desafío no es crear, sino sostenerse. Vivimos en una música que se consume rápido, que exige presencia constante y resultados inmediatos. Para un artista independiente, eso implica ser todo a la vez: compositora, productora, gestora, community manager, editora de video, vendedora de entradas… y aun así intentar no perder de vista lo esencial: la obra Otro gran desafío es la visibilidad. No porque no haya talento, sino porque el sistema está diseñado para que todo pase por las mismas plataformas, los mismos algoritmos y las mismas lógicas de mercado. Lo difícil no es hacer música honesta, sino lograr que llegue a oídos que también lo sean. Y, al mismo tiempo, está la resiliencia emocional: hacer arte sin garantías. Crear algo que amás sabiendo que puede pasar desapercibido. Por eso creo que hoy, más que nunca, el desafío es seguir creando sin marchitarse. Persistir sin anestesiarse. Encontrar la manera de existir fuera de la velocidad del sistema...". 

-¿Algún mensaje especial que quieras transmitir a quienes siguen tu música?

R: "...La idea de que incluso en los momentos más densos hay una semilla latiendo. No importa cuánto duela, cuánto tarde o cuántas veces parezca que todo se marchita: siempre hay algo que resiste, algo que vuelve a florecer...".

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