Impostora debuta con Nada Que Hacer: un viaje emocional que oscila entre la ansiedad y la aceptación

Impostora irrumpe en la escena musical con Nada Que Hacer , un debut que desafía cualquier intento de clasificación. Su sonido es un collage que combina synth-pop, funk y dream-pop, sin seguir reglas fijas pero logrando una cohesión natural.

La canción transita por un viaje emocional que oscila entre la ansiedad y la aceptación , con momentos de calma que envuelven y estallidos de energía que sacuden. Más que un simple single, es un manifiesto: la prueba de que la música puede nacer desde la incertidumbre y la experimentación, sin necesidad de validaciones externas. La historia detrás de Impostora es la de alguien que siempre tuvo melodías en la cabeza pero nunca se sintió capaz de hacerlas realidad. El síndrome del impostor fue su sombra, esa voz interna que susurraba: “¿quién te crees para hacer esto?". Pero, en lugar de rendirse, decidió ignorarla.

Sin formación musical y con apenas un celular y un programa online, comenzó a grabar, a jugar con samples y a transformar el miedo en motor creativo. Así nació Nada Que Hacer , un tema que encapsula la ansiedad de existir, el cuestionamiento constante y la rendición ante lo inevitable. Bajo la producción de Pipe Aburto (Malo Records), la canción es un experimento sonoro sin miedo a cambiar de forma, de ritmo y de intención.

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